viernes, 4 de diciembre de 2009

el rato que silbó todo el gato (y al revés)





erase una vez un gato que silbaba todo el rato
su dueña se acercaba a él
de cuando en vez.
El gato siempre en la ventana.
Silbando.

El gato chufla en la cocina.
Esperando.
La dueña, un día le puso de leche un plato.
El gato paró de silbar
miró a la dueña
miró al plato
y empezó a silbar sin beber y sin flato.
Otro día, la dueña cansada de la melodía del felino,
le puso de croketas un plato
el gato paró de silbar
miró a la dueña
miró a las bolas empanadas en plato
y continuó silbando sin hambre y todo el rato.
La dueña kería que ronroneara el felino ingrato
que jugara con una pelota, que se enroscara en su zapato
no que todo el día, dale ke dale al boca silbato...!!
Pensó y los sesos se devanó.
Dio por las tiendas de abarrotes
mas vueltas ke un pirulo que digo yo.
Hasta que una mañana, en la puerta del mercado
vio un niño o un hombre enano
ke vendía dando voces como un insano:
¡¡FLORES, CIGARROS DE FLORES PARA GATOS!!


- mamá...
- agarrate a la barra manueeel, el autobús da un frenazo y te pones de gorro al conductor-
- mamá, he visto un gato fumando en una ventana
- anda. agárrate. ke cosas tienes. un gato fumando...

1 comentario:

alivad dijo...

este gato mira y pregunta a la vez!!!
tenemos que juntar al gato silbador con el goofy, que ahora canta, al ritmo de alregias...



q bien estaba la dueña con la mantita en los pies eh...jaja