esperamos mejores vientos, dulces soles, aguantamos el aguacero de nadas,
guardamos la esperanza...
pero por favor, que no lloren las abuelas... contra eso nadie tiene remedio... y su llanto sale de tan adentro que abre simas y nos perdemos en el laberinto de la desesperada...
... y a tí te encontre en la calle...
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