miércoles, 5 de agosto de 2009

perolas, sarten, cartas y Charte


expongan sus problemas, dijo la cazuela que descansaba a fuego lento...
-verá, yo... y el tazón miro al suelo que era la encimera de la cocina - bueno , es decir, nosotros - ahora daba una ligera patada a una miga de pan sequita sequita- queremos cambiar de estante
- cambiar de estanteeee?????????????????!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y su pregunta era taconeada por el tape que anunciaba la ebullicion de la cazuela.
* alguien había subido el fuego y ya no era lento *
- si, señora, no necesitamos estar en el secadero de los vasos porque nosotros solo tenemos un trabajo puntual, los vasos si que tienen que star en el secadero señora Cazueleta. ellos son diferentes, nos molestan con el chocar de sus brillos, siempre están en primera línea. ...
* alguien había secado los sudores de la ebullición de la perola *
-bueno. señor Tazón, digamos que lo pensaremos. - dentro de la cazuela se juntaban judias y pensamientos dando vueltas en el calor- Nunca olvidaremos aquella labor de ustedes en la fiesta ofreciendo sus servicios para ser continente de líquidos poco usuales normalmente.


(de otras letras y sobre papel de carta marron claro)

Querida hermana,
Te escribo desde la sala de espera del hospital psikiátrico de Dember.
Tranquila, creo que conseguiré que me tengan akí un tiempo hasta mi curazión.
Así te dará tiempo de venír a verme sin que tengas que dejar la huerta en esta semana tan productiva.
La razón por la que estoy aquí te la intento explicar en las siguientes líneaz.
hoy he abierto la puerta del armario que hace de secadero sobre el fregadero.
quería uno de esos tazones que nos regaló mamá. recuerdas? 6 a cada una. 6 tonos diferentes, del ocre al amarillo.
"amarillo color de loco" recuerdo a mamá diciendo esto cuando nos ponía el caldo en invierno.
quería un tazón de esos para tomar las fresas con yogurt. Pero Charte kerida, los tazones no estaban en el secadero.
Y yo SÉ que esos tazones siempre han estado en el secadero porque siempre me ha dado pereza dejarlos en el armario
con la vajilla que menos se usa.
Y esta mañana no staban. ¿¡¡¡¡¡¡¡HABÍAN CAMBIADO DE ESTANTE!!!!!?!!!!?
Resolviendo que quizá inconscientemente los había cambiado la noche de antes, los he vuelto a colocar en el secadero, dejando
antes uno en la encimera.
Aqui viene el real motivo de mi voluntario ingreso.
LA perola de las judibas me ha gritado un "señorita deje eso donde estaba"
Los tazones lloraban mientras los apoyaba en el secadero.
El sexto de la encimera sin motivo ni viento que lo empujara se ha caido y roto en mil añicos en el suelo con una carcajada desoladora.
He salido al dormitorio y he preparado la maleta.
Te escribiré diciéndote el número de habitacion.
Siempre tuya,
tu hermana Sarten.

1 comentario:

pirata rata dijo...

jejejejeje... la vida y las cosas son de color amarillo de loco, como esto.

Mingi