"El dorador policromático viaja a tus oídos.
Extiende sobre el conducto auditivo prolijos andamios para llevar acabo su cometido.
Dorarte por amalga la pared de tus oídos.
Te recomienda, el dorador policromático, que cada cierto tiempo, abrillantes su superficie, y todo lo que escuches, desde un ladrido, hasta un “aléjate de mi vista”, te resultará insignificante y temor se transformará en valentía.
Tu le pides que sea él quién limpie la ornamentación, y el dorador policromático, en una de las revisiones de su obra, resbala por tu trompa de Eustaquio para quedar atrapado para siempre en tú ojo de miel.
Allí vive, para ver por tus ojos lo que nunca había visto, ni imaginado.
Si te miras al espejo allí detrás del iris encontrarás al dorador policromático contemplándote apoyado sobre la baranda de tu mirada.
Él nunca permitirá que llores, ya que no quiere correr el riesgo a ser arrastrado por una de tus lágrimas."
1 comentario:
entre la foto y el texto me has dejau flipauuuu...muy buays
sol!!! tenemos q hacer algo con tanto arte junta!jeje
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