miércoles, 16 de junio de 2010

y con el 6 ...

hacía por lo menos un día que no me contaban un cuento.

correspondencia para hordas de sordas de miopías...







Estimada Sorry Fax,

cómo me recuerda a una mujer que conocí en uno de mis viajes por Alemania, cuando estaba buscando por los monasterios de la Selva Negra, la formula definitiva de la cerveza.

Desde entonces me hígado me odia.

En una de las noches de mi periplo por tierras germanas, entré en un bar de carrera, entre Munich y Dusseldorf. Allí hallé a una teutona tetona de acolchadas glándulas mamarias que era capaz por el humo de sus cigarros comunicarse contigo. Me estuvo hablando toda la noche, cuatro paquetes de cigarros pasaron por sus pulmones para escribir en renglones sinuosos de humo, historias marchitas de su juventud.
Me ha recordado a usted, por las alpargatas doradas de tacón que elevan a su cuerpo. Su visión, me produce vértigos, como cuando Sofrid Hermund, tras la última bocanada me dijo adiós, y se retiró a dormir esa noche, sola, sin que nadie la acompañara desde hacía treinta años.

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