sigilosas golpetadassobre la cabeza como daga de damócles en el día que menos las kieresquizá cuando dejas en el armario los zapatoscaen sobre el omóplato con un golpe seco y shhhdejándote sin respiraciónvolcando penacorriendo el rímelhaciendo que dulcemente cante el cantoamargamente llore el lloroy un dolor empañe a otro.
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