jueves, 17 de febrero de 2011

blasfemando

Al Señor jefe que viaja sin ekipaje.
No lloverá para borrar el polvo que dejó en el camino.
Soy el que espera en la parada del metro.
Digno transporte para las masas que trabajan.
De metal me visto por la mañana.
Quema el tiempo que paso mientras me agrío.
En tres ocasiones intenté quitar esa coraza.
En Mi parada espera con todo el día sin desempaquetar.
Casa de un rato , avispero escabado en los que una puerta se abre sin decir palabra.
Subo las escaleras que me separan del túnel.
Mis mañanas son tuyas, pero el amanecer de hoy en la ciudad bastará para sanarlo
...
y es sólo para mis pupilas.

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