¿Señor, no le encanta abandonarse?
A mí me gusta abandonarme quizá en tedio de conversación, o en la parada de un autobús el sol ME da en la espalda, también a la vuelta de un orgasmo, o bajo el grifo de la ducha, espiando a un par de killas que caminan hacia mí, mientras carretera y manta cantando.
M’abandono y gano.
M’abandono también cantando bajito:
“Vente que te vea
Vente que te vea
Que ese cuerpo se merece Altare y olor a cera”
No hay comentarios:
Publicar un comentario