jueves, 21 de enero de 2010

INSULINA DE INSPIRACION

ME DUELEN TO LO HUESOS DE QUERERTE

nombrarte agrietó mis labios y dejó en mi boca el dolor de no tener saliva.
Agrio sabor que sólo conocen los que se perdieron en tu desierto blanco.
Te quiero de tan forma que las piernas me doblan la sombra y mis manos olvidan lo que ansían cuando te vas.

Que poco estás en tu justa medida.
No nogro encarrilar que no estés en ninguno de mis sueños.
Me erguiría cuando pareciera que pinchaba el veneno que te anula.

El sudor paraliza mi espina.
Aunque siempre termine besando el anzuelo.

Lo que antes eran escamas sin hidratar es filete bajo el punzón.
Entonces escucho la marea que me lleva.
Y vuelves a no ser.

Pobre siren que kiso ser reina y yace en congelados de próximo a caducar...

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